De victimario a víctima. Así decían las malas y viejas lenguas. Pero que lindos recuerdos. Recuerdos inolvidables, que uno de manera inconsciente deja en el fondo del alma.
Pero esos recuerdos, por ahí son un tanto huellas. Que la vida, te va dejando. Que lindo es sentir que podés hablar, porque sabés que se siente estar en ese lugar. Que feo, es saber cuanto dolió.
Buscás una iluminación, una "vocación", un lugar, en este apretado mundo. Y te ponés a probar de todo, hasta que encontrás una oportunidad. Pero esa oportunidad ya se transforma en responsabilidad. Porque lo ves como una encomienda. Como que alguien te lo manda, pero te lo pide que
por favor, lo repartas. Necesita que lo hagas. Lo hacés, porque lo sentís a pecho, de una manera increíble. Cumplís con el pedido, con mucha buena onda, esperando encontrar un camino dificultoso, pero sabés que al final, tenés la victoria. Y llegás. Y lo único que ves, es desolación, abandono, y dolor. Tenés dos manos, por ahí llegás a juntar un par más, para colaborar. Pero que pueden hacer cuatro manos, que en realidad, cincuenta mil manos, lo harían mejor. Y llegás, y bueno, a ver que se puede hacer, después de todo, ¿muy difícil no debe ser no?. La vida se ríe. Con tu edad te dice, te falta lo peor. Decidís hacerle el frente, porque querés ver como reacciona. Que te puede decir la vida cuando le muestres que te fué mejor que lo que ella pensaba. Te chocabas con todas las paredes y puertas habidas. Esas puertas que se ofrecieron a abrirse en cualquier momento, las encontrás más cerradas que nunca. Llorás, porque no aguantás tantas fallas. No aguantas la mochila que tenés que acarrear por un determinado tiempo, decís. No señora. Ahora comienza todo. Vas a morir con esa mochila. Te guste o no te guste. Tomaste ese camino, el más difícil, y el más largo, pero el mejor. Cuesta, porque caés. Obvio que si, sos un simple ser humano, no vas a sostenerte siempre. Siempre vas a dudar, y a caer. Pero, siempre hay unos brazos, dispuestos a alzarte hasta el cansancio. Lo más feo, es que nunca pudiste devolver ese favor. Y hoy te duele. Hoy te duele. A pesar de que esos brazos, no te necesiten. Creés y vas a morir creyendo que fuiste tan basura que nunca se te dió por extender un brazo, por ahí lo hiciste, pero eso no te hace sentir completo. Y luchás contra viento y marea, pero no podés. Está tan lejos, que no te alcanzan los brazos para hacer algo. Solo la culpa, y ese abrazo pendiente.
Hoy pensaba, y me di cuan rodeada de amor estuve, todo un verano en el cual sufrí como una zorra, pero lo merecía. GRACIAS! GRACIAS DIOS!
Y también pensaba, en esos brazos, que me dieron lo mejor:
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Las tardes en inglés |
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Las tardes de lluvias pasajeras.. |
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Los calores con nubes grandes.. |
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Esos deseos de playa transmitidos a las chicas.. |
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Yo no estaba mirando que hacías con mi celular.. |
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EL PEOR DÍA DE MI VIDA EN EL PLANETA. |
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Volviendo a casa, esa rutina hermosa. |
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Era costumbre |
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Salida frustrada por lluvia, sol y Diego! |
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Las primeras experiencias |
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Las últimas.. |
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Intentando.. |
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Esas distracciones tuyas, las más divertidas! |
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La vuelta más alegre. Jajaja |
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