Lo único que aprendes a hacer es escuchar. Escuchas, escuchas, escuchas. La experiencia, lo vivido a flor de piel, ESO, te entrenó para saber diferenciar ciertas cosas. Y después empezás a poner todo en práctica. Escuchas, observas, mirás, te detenés hasta en los últimos detalles. Y ZAS! Ahí encontraste lo que te causaba duda. Algo te decía, OBSERVA, OBSERVA. Siempre hago caso a eso, exceptuando ciertas ocasiones. Vas caminando por la vida, y te vas encontrando con ciertas oportunidades, ocasiones, que te van enseñando ciertas cosas, que te quedan de por vida.
Por suerte me doy cuenta de las cosas, tempranito.
Eliana Olmedo.-
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